El jamón se pone en el jamonero, con la pezuña hacia arriba o hacia abajo, calculando el tiempo que se va a tardar en degustarlo.
Se comienza cortando la corteza, luego la primera capa de grasa. Hay que ir loncheando el jamón en horizontal y empezando por la zona más cercana a la pezuña y terminando en donde estamos.
Las lonchas se cortan finas, pequeñas y casi transparentes.